Cuando se nos desarrolla un problema en los pies, es en ese momento que la mayoría de las personas tiende a prestar más atención.
Muchas veces son producidos por el mal uso del calzado, la continua fricción y el contacto con microorganismos pueden ser factores que afectan la piel y provocan callos, agrietamiento e infecciones.
La buena noticia es que hoy te traemos un método que te ayudará a mejorar la piel de tus pies, a eliminar las durezas, hongos y otros cambios.
Así que presta mucha atención de como hacer este método natural tan económico, sencillo para suavizar y mantener tus pies saludables.
Antídoto casero para combatir los hongos y callos en los pies
Existen una serie de métodos caseros para los pies que ayudan a combatir los hongos, remueven las células muertas y evitan otras problemas molestos que los hacen lucir mal.
Uno de estos tratamientos es el de aspirina con jugo de limón, efectivo para exfoliar, limpiar y suavizar hasta las zonas más duras de la piel.
Además, es un increíble para controlar los hongos en los pies y las uñas, ya que reduce el desarrollo y controla la sensación de comezón que acostumbran a causar.
Cuenta con una alta concentración de beta-hidroxiácido, un componente liposoluble que acostumbran a utilizar las compañías cosméticas para la preparación de cremas y lociones exfoliantes.
Asimismo concentra sustancias que son antiinflamatorias y calmantes que permiten reducir la tensión y el dolor de esta parte del cuerpo, y más después de un día lleno de actividad física.
Tratamiento para los pies
Ingredientes:
- 5 aspirinas.
- Jugo de un limón.
- 1 piedra pómez.
Preparación:
- En un mortero tritura las aspirinas hasta conseguir un polvo.
Incorpora el polvo conseguido en un recipiente y, mezcla con el jugo de limón hasta conseguir una pasta compacta y homogénea.
Si está seca puedes agregar un poco de limón o bien una cucharada de agua.
Uso:
- Lava tus pies para remover cualquier suciedad.
Aplica una capa de la mezcla sobre las áreas perjudicadas por los callos y hongos. - Deja actuar 30 minutos y retira con abundante agua templada.
- Luego, frota con una piedra pómez para quitar la piel muerta y dura.
- Enjuaga con agua templada y seca bien los pies.
- Repite de 2 a 3 veces por semana para mejores resultados.
- Con su frecuente uso se puede reducir la proliferación de hongos y bacterias, previniendo desequilibrios en el pH de su piel y malos olores.
- Complementa el uso de este tratamiento con una crema hidratante, ya que esta zona tiende a padecer de exceso de sequedad.
Lo que se recomienda en Con Mejor Vida simplemente es para fines informativos y educativos y JAMÁS va a sustituir los consejos médicos profesionales, de diagnósticos o de tratamientos. Siempre consulta a tu médico con cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica.