Por lo general, las manchas en la piel son marrones, oscuras o negros, y estas aparecen en las áreas más sometidas a la luz solar. Aunque la apariencia de algunos lunares se relaciona con problemas hepáticos o cáncer de epidermis, las manchas no tienen nada en relación con esto, pero sí tienen que ver con el envejecimiento.
Las manchas de la epidermis son cambios típicos de la edad, algo natural de la piel, pero afecta el contacto con la luz solar, los rayos ultravioleta y, a veces, la utilización de productos no dermatológicos o hipoalergénicos, como ungüentos o cremas.
Algo importante que debes entender es que después de los 40 es común su aparición en los antebrazos, las manos, la cara, la frente y los hombros, pero con estos remedios puedes atenuar estas manchas para verte y sentirte mejor:
1. Limón y vinagre de manzana
Mezcle jugo de un limón con una cucharada de vinagre de manzana. Esto reduce drásticamente la apariencia de las manchas ocasionadas por la edad.
2. La cúrcuma
Tienen propiedades blanqueadoras que ayudan a su piel a recuperar su aspecto natural. Mezcla una cucharadita de polvo de la cúrcuma en dos un vaso de leche. Hacer una pasta y extiende por todas las áreas afectadas. Aplícalo durante la noche y mantente alejado del sol cuando te lo pongas.
3. Cebolla
Frota la cebolla directamente en el área manchada, de día y de noche. La cebolla se compone de nutrientes importantes, como la vitamina C, que sirve como un aclarador natural.
4. Jugo de pepino
Utilizarlo en cara o manos, así como el jugo de limón con vinagre se puede triturar alrededor de medio pepino y utilizar la pasta. Aplícala por las noches, ya que esta es una mezcla aclarante potente.
5. Gel de Aloe Vera
La pulpa de Aloe funciona como un gel en tu capa de piel, deja reposar sobre la mancha durante al menos 45 minutos, en la mañana y por las noches. Cuando puedas, deja actuar por más tiempo. Incluso puedes hacerlo antes de ir a la cama.
Lo que se recomienda en Con Mejor Vida simplemente es para fines informativos y educativos y JAMÁS va a sustituir los consejos médicos profesionales, de diagnósticos o de tratamientos. Siempre consulta a tu médico con cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica.